Carta Abierta a la delegación de la mesa de conversación
Juramento a la bandera: ¿inclusión o estrategia?
Comunidades en Nariño apuestan a la paz desde sus territorios
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Juan 16:33
En el marco de nuestra apuesta por construir paz desde los territorios, celebramos la puesta en marcha de iniciativas de paz en los municipios de Samaniego y San Lorenzo, departamento de Nariño. En el primero, jóvenes de distintos liderazgos decidieron impulsar una Escuela de Formación en Derechos Humanos, reconociendo el devenir de conflictividad que caracteriza al municipio por la ausencia social del estado y la presencia de actores armados. Los y las jóvenes se proponen adicionalmente replicar el ejercicio de aprendizaje con líderes y lideresas juveniles de las juntas de acción comunal.
El interés de estos jóvenes es tener un proceso de fortalecimiento organizativo a partir de constituir un colectivo juvenil de defensores y defensoras de derechos humanos. Se espera impactar aproximadamente 90 personas. Nos parece importante destacar esta experiencia, ya que ejemplifica el rol de la juventud en el fortalecimiento de ciudadanías activas que propician espacios de participación desde la no violencia.
Por su parte, la iniciativa de paz en San Lorenzo se basa en el acompañamiento a mujeres de iglesias cristiano evangélicas y organizaciones campesinas que identificaron la necesidad de adelantar procesos de sensibilización sobre las prácticas de Violencia Basada en Género -VBG-. Reconocen la importancia de construir y fortalecer redes de apoyo entre las mujeres para hacer de este tema una agenda de una política pública. Por esto, decidieron constituir un círculo de mujeres desde un enfoque terapéutico, de género y psicoespiritual, como un espacio de contención, de aprendizaje, de crecimiento y de (auto)conocimiento).
Estos círculos de mujeres se constituyen en espacios de autonomía, espacios seguros y escenarios de una profunda espiritualidad. Con ellos se fortalece la Red de mujeres de iglesia y de organizaciones campesinas. Participan aproximadamente 40 mujeres, de San Lorenzo y Pasto, la capital del departamento. Ellas son reconocidas por su rol de liderazgo al interior de sus comunidades.
JustaPaz acompaña y apoya estas iniciativas de paz porque considera que las comunidades campesinas, indígenas, afrodescendientes y de iglesias son el eje central de la construcción de paz en los territorios. En el caso de Nariño, encontramos un departamento en el que persiste la disputa territorial entre actores armados por el control de las rentas de las economías ilícitas, principalmente el narcotráfico y la extorsión. Su ubicación geográfica facilita el cultivo y transporte de pasta base de coca hacia otros departamentos e incluso hacia el exterior.
La denominada crisis de la coca, expresada en el aumento de la productividad y la disminución de la demanda, ha generado zozobra en las zonas cocaleras donde podrían darse escenarios de pérdida de la seguridad alimentaria. Adicionalmente, el control de municipios clave, como Tumaco, intensifica las confrontaciones entre actores armados.
Pese a este contexto, las comunidades que habitan los territorios siguen aportándole a la construcción de la Paz. En el departamento de Nariño, como en otras regiones del país, también se ha presentado una crisis humanitaria derivada del agudizamiento del conflicto armado. En los territorios han exigido el respeto de los principios del Derecho Internacional Humanitario, a través de la construcción colectiva de unos mínimos humanitarios que han elevado ante los distintos espacios de diálogo y negociación. Un papel activo en esta construcción lo han tenido las mesas humanitarias, incluyendo la de Nariño.
En este escenario es vital el rol que desempeñen las iglesias cristiano evangélicas. Su presencia territorial las convierte en conocedoras de los flagelos que significa la persistencia del conflicto. Asimismo, el rol de mediación que históricamente han tenido representa un acumulado clave en el actual contexto.
Adicionalmente, es fundamental fortalecer los espacios de participación de la sociedad civil para la construcción de paz. Escenarios como los Consejos Territoriales de Paz, los Consejos de Juventud y las Mesas de Víctimas deben ser fortalecidos en el orden local para responder a este difícil escenario de conflictividad. Sin embargo, como lo han manifestado comunidades y organizaciones territoriales, también es importante que se creen nuevos escenarios y mecanismos de participación de la sociedad civil en el marco de los diálogos, negociaciones y acercamientos que el gobierno nacional viene adelantando con distintos grupos armados.
Área de Construcción de Paz