Escuela de Verdad, Justicia y Repetición
Escuela territorial, para mujeres de Iglesia
Así fue la Presentación del informe: «Un llamado profético: Las iglesias cristianas en el conflicto armado colombiano» a la Comisión de la Verdad.
El pasado viernes 02 de octubre a las 4:00pm a través de un evento virtual, Justapaz y Cedecol presentaron a la Comisión de la verdad el informe: Un llamado profético: Las iglesias cristianas en el conflicto armado colombiano.
La Asociación Cristiana Menonita para Justicia, Paz y Acción Noviolenta (Justapaz) y la Comisión de Paz del Consejo Evangélico de Colombia (Cedecol) presentan el informe titulado “Un llamado profético: Las iglesias cristianas en el conflicto armado colombiano” a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición.
Este informe se construyó a partir de quince años de documentación de casos graves de violaciones a derechos humanos, liderado por Justapaz, por medio del proyecto “Memoria histórica, derechos humanos e incidencia política”, así como del interés por la Comisión de paz de Cedecol por evidenciar la situación de la comunidad cristiana en medio del conflicto armado colombiano.
El objetivo de este informe es evidenciar el impacto humano y social del Conflicto en la comunidad cristiana evangélica en Colombia, de acuerdo con el numeral tercero 1 del mandato de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, destacando, por una parte, las distintas formas de violencia, graves violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, compiladas en el proceso de documentación y, por otra, los procesos de afrontamiento espiritual y el fortalecimiento del tejido social; transformaciones positivas que para Justapaz, específicamente desde el área de Memoria, se denominan Semillas de Esperanza.
Teniendo en cuenta los años de documentación, se realizó una selección de los casos más relevantes en cuanto a afectaciones directas para la comunidad perteneciente a iglesias cristianas no católicas, entre 2001 y 2011, debido a que este periodo fue uno de los más fuertes en términos de hechos de violencia en la historia reciente del país.
El informe pone de relieve las afectaciones, así como las formas de
Afrontamiento de las que fueron víctimas miembros de iglesias cristianas en todo el territorio nacional, más específicamente, en las regiones Caribe, Antioquia y Eje Cafetero, Pacífico, Surandina, Nororiente, Centro Andina y Magdalena Medio, zonas donde Justapaz ha tenido incidencia en medio del trabajo territorial por los Derechos Humanos, la justicia, la paz y la noviolencia.
La relevancia de este informe se basa en destacar a la población
cristiano–evangélica en medio del conflicto armado colombiano, teniendo en cuenta que agrupa a casi diez millones de personas, las cuales corresponden al 20% de la población en Colombia, procurando así que estos sean considerados como población víctima dentro de una categoría especial en el marco de la importancia de la fe y su dimensión pública, sumado esto a la constante lucha desde las iglesias por la construcción de paz.
Al ser un compromiso social, desde la constancia, se expresaron los compromisos como comunidad, como lo es el avanzar con la escuela de Verdad, Justicia y No repetición, resaltando el legado y la importancia de la Comisión, trabajando desde la parte Bíblica y Teológica. Sin duda, fue un espacio histórico, que, desde la verdad, abre camino hacia la Paz.
Como bien dijo Martín Nates, director de Justapaz: “a no olvidar, sino a recordar de otra manera; sumando voces desde la fe para decir nunca más la barbarie de la guerra”.
Si no pudo estar en el evento, puede verlo haciendo click aquí.