
Gira Humanitaria en el Medio San Juan, Chocó

Encuentro de cooperantes y copartes. Comundo Colombia.
Istmina, Chocó. – Con el propósito de promover el autocuidado y resaltar la importancia del cuerpo como templo de Dios, se llevó a cabo recientemente un viaje con enfoque psicosocial en los municipios de Istmina y Condoto. La iniciativa buscó acompañar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la reflexión sobre el respeto, la protección y el cuidado de sí mismos y de los demás, desde una perspectiva espiritual y pedagógica.
En total, se realizaron tres encuentros en instituciones educativas: el primero en el colegio Colegio agropecuario Gustavo Posada de Itsmina, con la participación de 25 estudiantes de grado quinto; el segundo en la sede B del mismo colegio, donde se trabajó con un grupo de 35 estudiantes; y el tercero en la fundación NNAJ por la Paz a cargo de la hermana Rosa en Condoto, con una comunidad estudiantil diversa de 80 NNAJ de 3 años a 18 años de edad.
Durante las jornadas se desarrollaron actividades pedagógicas centradas en el tema “Mi cuerpo, templo de Dios”. En todos los espacios se inició con un círculo de la palabra, donde los estudiantes compartieron sus ideas frente a preguntas orientadoras como: ¿qué saben del autocuidado?, ¿qué han escuchado?, ¿cómo se puede ver? A partir de estas reflexiones se presentó una definición clara y sencilla del concepto.
Posteriormente, los participantes interactuaron con imágenes alusivas a prácticas de autocuidado, al respeto por el propio cuerpo, al amor y prácticas que iban en contra del autocuidado, pero también de acciones que otras personas en ovaciones realizan y no nos agradan, ellos abiertamente pudieron expresar lo que observaban, pensaban o sentían. Desde esas percepciones se fueron tejiendo pautas y aprendizajes significativos.
La actividad central consistió en el uso de una hoja guía con la silueta del cuerpo humano. Allí se dialogó sobre la importancia del cuerpo como creación divina “a imagen y semejanza de Dios”, y se trabajó con stickers de cara feliz (verde) cara triste (roja) para señalar las partes que nadie debe tocar y aquellas que sí pueden ser compartidas en contextos de cuidado. El ejercicio permitió hablar abiertamente sobre las partes íntimas, la necesidad de respetarlas y la importancia de reconocer límites.
Finalmente, se reforzaron herramientas prácticas para la autoprotección, tales como aprender a decir “No” en situaciones incómodas, identificar que no todos los secretos se deben guardar, y reconocer a qué personas adultas de confianza acudir en caso de vivir una experiencia inapropiada.
Estos espacios, además de fortalecer la conciencia sobre el cuidado personal, también se convirtieron en escenarios de contención y acompañamiento psicosocial, contribuyendo a que los niños y niñas reconozcan su valor, su dignidad y la importancia de protegerse mutuamente.
Todo esto se realizó en el marco del proyecto de Entornos seguros” programa “cuidado a cuidadores” en donde simultáneamente al desarrollo de la actividad contamos con profesionales psicosociales que estaba realizando acompañamiento psicosocial a estos lideres y lideresas que trabajan con el bienestar y cuidado de nuestros NNAJ.





