NO MÁS MILITARISMO TRIBUTARIO
COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA, SOBRE LA VIOLENCIA Y REPRESIÓN A LA MOVILIZACIÓN CIUDADANA
Las Iglesias Santuarios de Paz expresan su solidaridad con las Víctimas del conflicto armado
Pastores, pastoras, líderes y lideresas, representantes de diferentes iglesias del Atlántico, Chocó, Bajo Cauca Antioqueño, Sur de Córdoba, Nariño, Putumayo, Caquetá, Tolima, Valle, Cundinamarca y Bogotá, se reunieron en Cerrito Valle del Cauca para fortalecer las iniciativas de construcción de paz y Noviolencia.
En el marco de este Encuentro de Paz se reflexionó sobre lo que significa la Paz Territorial, las prácticas Noviolentas y sobre la incidencia de las iniciativas de construcción de paz que impulsan los Jóvenes, las Mujeres y los líderes y lideresas de las Iglesias centradas en la Noviolencia para enfrentar los conflictos sociales, pobreza y acciones armadas que atentan contra la vida y la dignidad de las y los pobladores de las regiones donde se han incrementado distintos hechos victimizantes.
Como líderes de paz hacemos un llamado al gobierno Nacional por las situaciones de violencia social y hechos del conflicto que se han recrudecido en nuestros territorios entre ellos los asesinatos de líderes sociales, el reclutamiento de niños y niñas, los desplazamientos, los confinamientos, las violencias hacia las mujeres. En nuestros territorios continúa la presencia de grupos armados ilegales que se disputan el control de las rutas del narcotráfico. Estas situaciones y otros hechos victimizantes siguen generando angustia, sufrimiento y zozobra en las familias, los líderes y sus comunidades.
Adicionalmente, la pandemia por la COVID-19 ha acentuado la crisis en el sistema de salud pública, el empobrecimiento de miles de familias y el desempleo. Ante esto, también instamos al gobierno del presidente Duque para que se implemente la renta básica, el apoyo a los emprendimientos y economías campesinas y no solo se entreguen ayudas al sector bancario e industrial. La prioridad en este tiempo de crisis social y humanitaria es extender los programas de inversión social sobre todo para la población vulnerable, las víctimas del conflicto armado, a las comunidades étnicas y a las pequeñas empresas.
Avanzar hacia la reconciliación espiritual, social, ambiental y económica del país exige del Estado Colombiano para que haya una clara voluntad de implementar de manera integral el Acuerdo de Paz según cada uno de los compromisos que se asumieron con los firmantes del acuerdo de paz. Desde Justapaz estamos convencidos que la mejor conmemoración que como sociedad se puede hacer a las víctimas, es el apoyo a la implementación del Acuerdo de Paz, principalmente a todo lo relacionado con el punto 2 y el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición como la base para afrontar las violencias y la exclusión social.
La consolidación de la paz desde los territorios debe ser también una tarea del conjunto de la sociedad civil, de las Iglesias y del sector privado para fortalecer el tejido social, hacer veeduría de la implementación del Acuerdo de Paz y mantener un diálogo abierto con instituciones claves para la paz como la Justicia Especial para la Paz, la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Unidad de Búsqueda de personas desaparecidas. Sumado a la tarea de seguir construyendo confianzas entre distintos actores, educación en derechos humanos y participación de la ciudadanía en las distintas instancias de la democracia.
Como parte de nuestro compromiso, seguiremos visibilizando las iniciativas territoriales que favorecen el trato digno y la mejora de calidad de vida de las víctimas. Así como, facilitar la generación de acuerdos y compromisos entre ciudadanía, organizaciones sociales, e institucionalidad para garantizar el goce efectivo de los derechos de las víctimas en el territorio. Las Iglesias debemos ser testigos de la verdad, la justicia y la reconciliación y en todo momento seremos puente para el diálogo protegiendo la vida, buscando la restitución de los derechos, generando propuestas para el desarrollo social.
Hacemos una invitación a todo el pueblo de Dios a unirse en oración por la vida y a continuar los esfuerzos territoriales para articular nuevas alianzas con los distintos actores sociales que buscan un país reconciliado y en paz