
Encuentro de cooperantes y copartes. Comundo Colombia.
Con la participación de líderes, lideresas, pastores y pastoras del sur del país, la Escuela Popular Casa de Saberes culminó su primer diplomado en Pasto, consolidando un proceso de formación y reconciliación que une la fe, la acción comunitaria y la protección del territorio.
La Escuela Popular Casa de Saberes cerró su proceso formativo el 11 de octubre en Pasto, en una ceremonia que marcó un hito en los esfuerzos por fortalecer la construcción de paz desde las comunidades locales. La iniciativa fue desarrollada por Justapaz en articulación con la Pontificia Universidad Javeriana Cali y su Instituto de Estudios Interculturales.
El diplomado nació a partir de un diálogo profundo con pastores, pastoras, líderes y lideresas de las regiones de Abades, los Andes y Pasto, quienes identificaron la necesidad de fortalecer sus capacidades para continuar su labor eclesial y social. De este encuentro surgió una propuesta formativa orientada al cuidado de la vida, la reconciliación y la defensa del territorio.
El nombre Casa de Saberes simboliza ese propósito: ser un lugar seguro donde los conocimientos se entrelazan y las experiencias se comparten para construir aprendizajes colectivos. En este espacio, el saber académico se encuentra con la sabiduría popular para dar forma a una red de líderes comprometidos con la transformación social y la convivencia pacífica.
Durante el diplomado, las áreas de Reconciliación e Iglesias Santuarios de Paz de Justapaz promovieron un enfoque integral basado en el diálogo social, los derechos humanos y la cultura de paz, con perspectiva de género y ecoespiritualidad.
Entre los hitos del proceso se destacó el webinar sobre la Mesa de Co-construcción, un espacio de intercambio entre delegados del Gobierno y comuneros del sur que fortaleció el diálogo territorial y la participación ciudadana.
La Casa de Saberes tuvo como propósito fortalecer las capacidades prácticas y conceptuales de sus participantes en temas clave para la reconciliación social, la protección de la vida y la promoción de una cultura de paz. Asimismo, brindó herramientas psicosociales y de protección a iglesias, organizaciones sociales y comunidades comprometidas con los derechos humanos.
El cierre del proceso no fue un punto final, sino el inicio de una nueva etapa de compromiso comunitario. La Escuela Popular Casa de Saberes se proyecta ahora como un referente de articulación entre el conocimiento académico y el saber local, donde la fe y la acción se entrelazan para seguir tejiendo paz y vida desde los territorios.





