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Noviolencia: un camino urgente y necesario para Colombia
En un país como Colombia, marcado por décadas de conflicto armado, violencia estructural y desigualdad social, hablar de noviolencia no es solo un ideal: es una necesidad urgente. La noviolencia no se trata de resignación, pasividad o miedo. Por el contrario, es una forma activa, valiente y profunda de transformar los conflictos y construir una sociedad justa y en paz.
¿Qué es la noviolencia?
La noviolencia es una filosofía de vida y una estrategia de acción social que rechaza el uso de la violencia física como medio para lograr cambios. Pero más allá de una simple negativa a la violencia, es un compromiso con la justicia, la dignidad humana y la transformación positiva de los conflictos. Implica actuar desde el respeto y la empatía.
Principios clave de la noviolencia
- Rechazo de la violencia física: Nunca se recurre a la agresión para imponer un cambio.
- Resistencia pacífica: Se enfrenta la injusticia con firmeza y sin violencia.
- Búsqueda de la justicia social: Se lucha por los derechos humanos de todos mediante medios pacíficos.
- Promoción de una cultura de paz: Se cultivan valores como la tolerancia, la comprensión y la convivencia.
- Desobediencia civil no violenta: Se desafían leyes o normas injustas mediante acciones simbólicas y pacíficas.
- Aceptación del sufrimiento: Se asume que puede haber sacrificios, pero sin responder con odio ni venganza.
- Comprensión y conversión del oponente: Se busca cambiar corazones, no destruir enemigos.
- Respeto por la dignidad humana: Incluso quien actúa con violencia merece respeto como ser humano.
- Conciencia y compromiso: Se requiere una visión clara de la injusticia y una voluntad firme de actuar por la paz.
- No colaboración con la injusticia: Se retira el consentimiento y la participación en sistemas opresivos.
- Variedad de métodos no violentos: Como la protesta pacífica, la no cooperación, el diálogo y la intervención noviolenta.
El Poder Transformador
La noviolencia nace y se fortalece a partir del Poder Transformador (PT): una fuerza interna que todos poseemos para cambiar actitudes, relaciones y estructuras violentas en experiencias constructivas y humanas. Este poder comienza en cada persona y se proyecta hacia los demás. No es algo externo ni mágico, es una elección constante de actuar desde la compasión, la justicia y la verdad.
El Poder Transformador nos recuerda que la violencia no es la única ni la mejor salida ante el conflicto. Podemos decidir no devolver el golpe, no alimentar el odio, no perpetuar el ciclo del daño. Podemos elegir una respuesta que afirme la vida, que escuche, que cuestione, que construya.
Noviolencia en Colombia: una urgencia ética y social
La violencia en Colombia no es solo la del conflicto armado. Es también la violencia cotidiana, la exclusión, la corrupción, la represión estatal, el racismo, el machismo, el empobrecimiento sistemático de comunidades enteras. Frente a esta realidad, la noviolencia es la apuesta por una transformación profunda, desde las raíces.
Necesitamos más personas y movimientos que vivan desde la noviolencia: en las calles, en los colegios, en las redes, en los hogares. Necesitamos un cambio de mentalidad colectiva que rechace la lógica del enemigo y apueste por la reconciliación, la verdad, la justicia restaurativa y la dignidad para todos.
La noviolencia empieza en lo cotidiano: en cómo hablamos, cómo miramos al otro, cómo gestionamos nuestras emociones y desacuerdos. No es un camino fácil, pero sí profundamente liberador. La transformación social comienza con la transformación personal. Como lo enseña el Poder Transformador, la noviolencia no espera a que el mundo cambie para actuar diferente: comienza por uno mismo.
En Colombia, apostar por la noviolencia es un camino ético y humano para salir de los ciclos de dolor que nos han marcado.