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Pan y Paz, experiencias y diálogos en los territorios
El pasado 23 de septiembre, desde los micrófonos de El Portavoz se llevó acabo el especial “Pan y Paz”. Un programa dedicado para resaltar las experiencias y los trabajos de diferentes líderes sociales y de iglesia en algunos territorios de Colombia que se han realizado dentro del contexto de la implementación de una paz total en el país.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Paz, la Noviolencia y el Cese al Fuego, en Justa Paz y El Portavoz, se abrió el espacio para conversar y compartir experiencias relacionadas con las prácticas que se realizan para la construcción de paz en compañía de un proyecto que surge con el objetivo de realizar la búsqueda de justicia social y económica desde los territorios y en compañía de sus habitantes desde la campaña que lidera la Iglesia Menonita de Colombia denominada Pan y Paz.
Esta iniciativa de Pan y Paz surge como un esfuerzo en conjunto entre las comunidades, iglesias e instituciones que le da gran importancia a la dignidad y al respeto desde la mirada del evangelio de Jesús, trabajo que se viene realizando en más de 26 regiones del país durante más de 10 años.
Conversaciones que marcan diferencia:
Durante esta jornada de radio por la paz se abordaron diferentes perspectivas y visiones de lo que significa la paz para para las personas que trabajan por ella en cada territorio, teniendo en cuenta que estas estrategias y campañas que se abordan desde Justa Paz crean un lazo que permite conectar el acceso a la justicia de los derechos que dignifique a las comunidades. En muchas regiones del país donde hace presencia la Iglesia Menonita, diversas Organizaciones, Iglesias y Justa Paz, se hace una conmemoración especial durante el mes de septiembre donde para Colombia es el mes por la paz.
Dentro de este espacio también se le dio paso a las voces de las personas que trabajan por la dignificación de la vida y fortalecen la justicia económica en sus territorios. Cada uno de ellos hacen una labor ejemplar para traer consigo la difusión del Derecho Internacional Humanitario a grupos armados, autoridades y comunidades para generar cambios de conducta que protegen a los civiles que no participan en los conflictos armados.
Desde territorios como Chocó, Eje Cafetero, Nariño, entre otros, ven la paz como un panorama prometedor gracias a los líderes que se interesan por comprender y hacer lecturas críticas de los conflictos que se presentan y se resalta el tiempo y el esfuerzo que se realiza en cada zona del país para fortalecer las capacidades y empoderarse para logra una paz tan anhelada para los colombianos. Así mismo el reconocimiento con el otro y de las diferencias que se tienen, se manejan como un recurso vital para enriquecer y crear caminos para aliviar las hostilidades que puedan existir en los territorios.
Otras Organizaciones y actores religiosos hacen presencia en el Comité Nacional de Participación que se creó durante los diálogos con el ELN (Ejército de Liberación Nacional) llevan el mensaje claro de que la cultura de la Noviolencia y la transformación de conflictos pueden llevar a la reconciliación en Colombia, dando un aporte desde la fe y la espiritualidad en la construcción de paz.
Los diálogos trascendieron barreras, destacando la necesidad de construir puentes de entendimiento y solidaridad en un mundo cada vez más interconectado. La reflexión sobre el rol de la fe en la búsqueda de la paz y la equidad se erigió como pilar fundamental en estas conversaciones enriquecedoras.
Invitadas especiales:
Patricia Alba, Coordinadora Nacional de la Redprodepaz:
“En Redprodepaz, llevamos 21 años al servicio de los territorios, trabajando con los y las pobladoras de Colombia. Nuestro objetivo a sido trabajar con los diferentes en los territorios, cuando se trabaja con personas que piensan diferente, tenga un pensamiento político diferente o tenga una religión diferente, se está haciendo una apuesta por la paz…”
“En este trabajo es fundamental la presencia de las mujeres en los procesos de construcción de paz. Hemos sido las mujeres que desde los territorios hemos asumido unos roles fantásticos por nos volvimos productoras y cuidadoras de nuestras familias en tiempos de guerra. Y esa misma fuerza es la que necesitamos para la paz, seguimos siendo la puerta viva que requiere nuestros territorios para apalancar cualquier proceso de dialogo y de cuidado”.
Hilda Molano, Coordinadora de la Secretaría Técnica de Coalición Contra la Vinculación de Niños y Niñas al Conflicto Armado COALICO:
“Es importante tener en la agenda la situación de los niños y las niñas porque precisamente en los territorios donde el conflicto se presenta, la exposición de ellos se ha vuelto cada vez más evidente y es importante reconocer lo que pasa con ellos para ver cómo podemos contribuir y lograr una Colombia en construcción de paz”.
“No importa la edad de las personas, desde la infancia se puede contribuir a la construcción de paz. Los niños y las niñas son actores importantes porque son voces que deben ser escuchadas y reconocidas en el ejercicio de la construcción de comunidad. Allí hay un trabajo de cómo logramos comunicarnos y darle un lugar a la niñez y la adolescencia en la construcción de paz, reconociendo y protegiendo sus derechos en el marco de la construcción de la Paz Total…”
Un mensaje de unidad y esperanza:
Las labores que se realizan en cada territorio de Colombia buscan consolidar la cultura de la Noviolencia, que se resume en tejer redes de relaciones con otros para reconstruir la paz. Diferentes actividades han tomado fuerza en muchos municipios de Colombia, donde se reúne toda la comunidad y generan vínculos que fortalece la unidad y el trabajo de paz.
«Pan y Paz» no solo fue un programa radial; fue un llamado a la unidad y a la construcción de un país más justo y compasivo. Al concluir el especial, quedó claro que cada voz cuenta y que la interacción entre las comunidades, inspirada por valores fundamentales, es el camino hacia un futuro de armonía, comprensión mutua y una vida digna. En resumen, «Pan y Paz» dejó una marca indeleble en la radiodifusión al presentar un enfoque visionario y comprensivo, mostrando que, a través de la empatía y el diálogo, podemos construir un mundo mejor, uniendo nuestros corazones y aspiraciones por un futuro más humano y equitativo.
Por: Juan Camilo Bonilla Osorio