Ora et labora
La situación de los derechos de las mujeres en Colombia
Samaniego unida por la vida, la paz y la reconciliación
El pasado lunes festivo 15 de agosto del 2022, después de que Samaniego festejó por el concurso de bandas realizado entre el 12 al 15 de agosto, algunos jóvenes, mujeres, niños y hombres se reunieron en el “mirador del estadio” o “el mural” como también es conocido el sitio, para recordar y hacerle un homenaje a las personas que dos años atrás perdieron sus vidas.
Es de recordar que el sábado 15 de agosto del 2020, cuando apenas se levantaban algunas restricciones de movilidad y de la cuarentena a causa de pandemia que sacudía al mundo, el asesinato de ocho jóvenes que estaban reunidos a pocos minutos del casco urbano de este municipio nariñense, sacudía aún más a esta región, que ha vivido por largos años el atropello de la violencia y el narcotráfico. Los jóvenes samaniguenses, después de este suceso decidieron organizarse en el Movimiento 15 de agosto, proceso que en el momento reunió a más de 52 personas y que han realizado muchas actividades dentro de Samaniego no solo en marco a la masacre sufrida, sino también en procesos culturales, juveniles, deportivos y de participación, siendo elegidos algunos de ellos como consejeros de juventud el año pasado.
Este movimiento fue el motor para realizar el acto de homenaje y conmemoración este lunes festivo, acto que contó con la asistencia de los familiares y amigos de los jóvenes asesinados, algunos de ellos portando una camiseta blanca donde estaba grabada la foto de su ser querido; y con la participación activa del movimiento 15 de agosto y algunos consejeros de juventud del municipio (contando en total con la participación de 60 personas aproximadamente). Acto que empezó pasada las 6 de la tarde, con la escucha de una reflexión realizada por Bayron Bolaños y que, seguido a esto, algunas de las personas asistentes contaron recuerdos y anécdotas positivas que vivieron con los jóvenes violentados, con el fin de cambiar ese mal recuerdo que dejó la trágica noticia de hace dos años por los aprendizajes y las buenas vivencias que tuvieron con estos seres. Después, los asistentes prendieron velas y el movimiento 15 de agosto entregó a cada uno de los familiares de los jóvenes, una placa conmemorativa, seguido de unas palabras que compartieron desde los sentires y los sueños. Ya aproximándose las 8 de la noche, y para terminar esta conmemoración, se hizo un homenaje con una corta serenata donde una amiga de las victimas interpretó varias canciones.
La actividad que estuvo apoyada por Justapaz y también por la alcaldía municipal de Samaniego, fue muy emotiva y cargada de sentimientos encontrados, pero también evidenció la falta de garantías en el ejercicio activo de la participación y el incumplimiento de los gobiernos que han prometido y que prometieron en ese momento varias cosas y que, de boca de los mismos jóvenes, se infiere que “las cosas siguen igual, no ha cambiado nada”. Los jóvenes de estos municipios, regiones y departamentos que han sido azotados por la violencia, los hijos de la Colombia profunda, que han vivido el miedo, quienes afrontan a diario todos los vejámenes del olvido estatal, no han dejado de estar activos en sus procesos comunitarios y no han dejado de aportarles a su territorio, a la construcción de paz y memoria.