Derechos humanos y Objeción de Conciencia al Servicio Militar Obligatorio y Construcción de Paz
Movimientos Juveniles, Derechos Humanos, Paz y Desarrollo
Mujeres constructoras de sociedad para una paz completa
Con la participación de 84 mujeres delegadas de Putumayo, Nariño, Caquetá, Sucre, Antioquia, Quindío, Valle, Chocó, Tolima, Risaralda, Cundinamarca, Caldas y Bogotá pertenecientes a Iglesias cristianas, organizaciones sociales y colectivos de objeción de conciencia antimilitaristas, se realizó el Panel: Mujeres constructoras de sociedad para una paz completa con la participación de cuatro panelistas pertenecientes a: Colectivo de Mujeres, Paz y seguridad, Instancia Especial de Mujeres para el Enfoque de Género en la Paz, Universidad Santo Tomás – semillero en Derechos Humanos y DIH de la Facultad de Derecho y la concejala de Bogotá por la Unión patriótica quienes abordaron dos temáticas principales: El buen vivir y justicia ambiental y la paz Total desde la implementación del enfoque de género estos dos aspectos centrados desde una perspectiva de derechos y la vida digna de las mujeres, contribuyo al fortalecimiento de los liderazgos de las mujeres pertenecientes a iglesias, procesos sociales, colectivos antimilitaristas y de objeción de conciencia aliados territoriales de Justapaz .
Buen Vivir y Justicia ambiental
El buen vivir y la justicia ambiental es una manifestación de la ruptura entre el desarrollo y el ambiente. En Colombia se mantiene deterioro progresivo y sostenido de los ecosistemas bajo una visión capitalista y patriarcal del desarrollo generada por la implementación de un modelo donde prima el crecimiento económico basado en la extracción de recursos, la explotación de petróleo y la exportación de la riqueza mineral y de los combustibles fósiles del país en un declive de la relación ser humano-Naturaleza y la degradación ambiental como realidad. El consumismo de bienes y servicios son la constante cotidiana de la humanidad, mientras sufrimos las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global.
La justicia ambiental construida como un concepto desde el enfoque de género implica entablar acciones de resistencia y resiliencia frente a la degradación ambiental desde la sostenibilidad de recursos, la mitigación de daños y la adaptabilidad con una visión diferencial de los impactos. En esta perspectiva la justicia ambiental busca el equilibrio con equidad que garantice la vida saludable y el bienestar en armonía con la naturaleza reconociendo la visión diferencial. Para ello es necesario repensar el trabajo comunitario desde un enfoque de género donde mujeres y hombres se unan para atender a las verdaderas necesidades de las comunidades teniendo en cuenta opciones de solución frente al cambio climático como la energía renovable, la agricultura sostenible, el cuidado del agua, las especies, la conciencia frente al reciclaje, el manejo de agricultura limpia urbana y rural.
De allí, es que desde el espacio de diálogo buen vivir y justicia ambiental de esta conmemoración de los 30 años, las mujeres participantes nos planteemos sobre la necesidad de generar condiciones proclives a fortalecer la relación mujer-ambiente y generar las condiciones para el buen vivir de manera colectiva. Entre las realidades que se plantean se menciona el incremento de la prostitución infantil relacionado por la explotación minera, petrolera y gasífera, afectaciones en la pesca en el Bajo cauca, propagación de enfermedades por daños ambientales, Kit de aseo diferenciales en el caso de emergencias y afectaciones en salud por consumo de agua no apta.
Frente a esto, en los territorios se han realizado propuestas lideradas por mujeres de las iglesias y organizaciones en relación con la reivindicación de la vida, el agua, las semillas el territorio y la tierra con perspectiva de seguridad alimentaria, ligándolo con el derecho a la alimentación.
La Paz Total desde la implementación del enfoque de género
En Colombia, al hablar de la situación actual de las mujeres y sus derechos, es importante hacer claro los avances que las mujeres han tenido en términos de equidad de género en las últimas décadas. A nivel nacional, se han tomado ciertas acciones, para enfocar el papel de las mujeres y reconocer sus derechos. Por ejemplo, se han aprobado lineamientos como el CONPES 4080 que busca generar las condiciones que le permitan al país avanzar hacia la equidad de género y a la garantía de los derechos económicos, sociales, culturales, de participación y de salud de las mujeres, así como la posibilidad de vivir una vida libre de violencias de género, contemplando un horizonte hasta el 2030.
Durante el conflicto armado en Colombia, las mujeres experimentaron el conflicto de una manera única y diferente. Es muy fácil pensar que la mayoría de veces, lo vivieron como víctima de varias violencias. Por el hecho de ser mujer, su vida corría riesgo y peligro debido a la forma en que los cuerpos de las mujeres se han convertido en armas durante los conflictos armados. Por eso, durante el conflicto colombiano, pero también en esta época de postacuerdo, en muchos espacios las mujeres se movían y todavía mueven con el riesgo de ser controladas y violadas por los grupos armados y diferentes actores.
Y ahora, con los cambios producidos por las elecciones presidenciales de 2022 en Colombia, se abre una nueva realidad en la que se habla y se destaca la importancia de las mujeres desde el gobierno. ¿Será que este cambio, expresado por el presidente colombiano Gustavo Petro como ¨el cambio es con las mujeres! ¨, es el marco teórico necesario donde la sociedad colombiana ve grandes avances en el papel de las mujeres, y no deja en el papel su importante rol en la construcción de una nueva realidad?
Como planteo en su plataforma, ¨las mujeres sostienen el mundo. Para que Colombia sea una Potencia Mundial de la Vida, el cambio será con las mujeres; junto a ellas emprenderemos las transformaciones para saldar la deuda en términos de representación política, igualdad y autonomía económica frente al hombre, el derecho a una vida libre de violencias, a decidir sobre sus cuerpos y a realizar un proyecto de vida próspero y autónomo. Aunque se han hecho muchos avances y la conversación en torno a la inclusión de las mujeres va en aumento, lo cierto es que siguen existiendo muchos retos. Las mujeres siguen necesitando avances intencionados que realmente las levanten, les proporcionen recursos y den vida al enfoque de género que en gran medida reside en el papel.
Por tanto, avanzar hacia la paz requiere partir de la voluntad política del Estado, de los gobiernos y de todos los actores, por tanto, hablar de Paz total, implica la participación de todos los actores y los escenarios de negociación.
Realmente la Paz total, está enfocada en el reconocimiento de la diversidad territorial y las construcciones de paz que se da desde las organizaciones de base, comprendiendo que la paz va más allá del cese al fuego y los crímenes de guerra cometidos a lo largo del territorio nacional, la paz total es el llamado al compromiso y responsabilidad individual.
En las mesas del Panel: Mujeres constructoras de sociedad para una paz completa se recibieron aportes como viven en sus cuerpos el escenario de conflicto y víctimas de todo tipo de violencia. En zonas rurales las mujeres viven la Violencia física y psicológica, desplazamiento, violación a la libertad, desconocimiento de labores, acoso y abuso sexual de organizaciones delincuenciales, violencia económica, abandono estatal, mujeres como instrumento de guerra. En las ciudades como Cali, las mujeres reconocen que viven violencia física y psicológica, feminicidios, acoso callejero y trata de blancas; en el Tolima se menciona la violencia simbólica, acoso callejero; en el Chocó las mujeres mencionan que el acoso, la violencia económica y la violencia política son muy frecuentes.
Las delegadas de ciudades como Armenia y Bogotá mencionan que reconocen que persiste el abandono estatal, abuso psicológico, violencia simbólica turismo sexual y el acoso callejero.
Notas finales
En términos generales las mujeres no solamente consideran que la guerra ha dejado huellas en sus cuerpos, sino que de manera simultánea las violencias contra las mujeres siguen presentes. La violencia intrafamiliar, la dependencia económica, la violencia sexual, la violencia psicológica que afecta la autoestima, la violencia institucional que desmerita las denuncias de las mujeres, son las más destacada durante las mesas.
Correlación entre el buen vivir y la justicia ambiental procesos comunitarios que garanticen que los proyectos productivos contribuyendo a una economía sostenible y una convivencia en armonía con la naturaleza.
Concientización y alianzas sobre los daños ambientales, los desastres climáticos y la migración.
Dignificación de la vida, la naturaleza, procesos de garantía del derecho a la alimentación y a la seguridad alimentaria.