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Justapaz: estos son los pasos que dimos en 2024 hacia la paz y la justicia social en Colombia
Justapaz participó en el Congreso de Paz
El pasado 5 de abril en la ciudad de Bogotá se realizó este el Congreso Nacional de Paz, un espacio en el que se dialogó sobre las garantías de seguridad y la protección de la población civil, el respeto al Derecho Internacional Humanitario y la construcción de paz territorial en el país. Este fue convocado por más de 150 organizaciones sociales nacionales e internacionales, movimientos, partidos y otros actores, y en él se tocaron varios temas referentes a la coyuntura actual.
Adicionalmente, se contó con la participación de diferentes liderazgos sociales, la Delegación de Paz del Gobierno de Colombia en los diálogos con el ELN, congresistas, la ONU, quienes insistieron en la búsqueda de una solución política y en el retorno de las mesas de diálogo con este grupo armado, partiendo de la necesidad de la construcción de paz territorial en el país.
Igualmente, varias de las organizaciones sociales y liderazgos apoyan la idea de crear un Movimiento Social por la Paz, el cual pueda ser punto de encuentro para impulsar transformaciones sociales. “Hoy más que nunca nos reafirmamos en la vigencia de la búsqueda del diálogo, de la necesidad de reactivar las mesas de diálogo, de reactivar el proceso con el ELN”, afirmó el senador Iván Cepeda.
Este Movimiento por la paz se pretende crear a través de un procedimiento de consulta en los próximos meses en territorios y sectores, para que en un segundo Congreso Nacional, que se prevé sea hacia el mes de septiembre, pueda quedar formalmente constituido y comenzar a trabajar para la implementación, por ejemplo, del Acuerdo de Paz de 2016, la reactivación de las mesas de diálogo que estén canceladas o suspendidas, e igualmente para que lidere acciones con miras a la protección de la población civil, los líderes sociales, comunitarios y los firmantes de paz en los territorios en los cuales actualmente hay un enfrentamiento entre grupos armados.
Por otro lado, es importante señalar que uno de los puntos que se resaltaron en el encuentro fue el desmonte de la doctrina del Enemigo Interno, insistiendo en que la militarización no puede ser el énfasis en el cual se base la política de paz del Estado.
“No podemos, por un lado, impulsar el diálogo para la paz, mientras se continúa en este gobierno, reforzando la militarización como nación y el incremento de la política de guerra”, se expresó desde el Congreso de los Pueblos.
A esto se sumó la exigencia del cumplimiento de los 28 acuerdos que se firmaron durante el proceso de paz con el ELN. Igualmente, se resaltó la urgencia de implementar un plan de participación nacional de la sociedad en la construcción de paz, para que inicie el desarrollo de agendas locales, regionales y nacionales de transformaciones.
Es importante señalar que todo proceso de diálogo se debe incluir como imperativo, la decisión de suscribir unos mínimos humanitarios para mitigar la afectación de la población civil. Así mismo, en una reactivación de los diálogos no hay que perder de vista la participación y escucha de las organizaciones comunitarias, sociales, étnicas, campesinas, de mujeres, etc, así como la implementación de alivios humanitarios en lo urbano y rural.
Este espacio, en el cual participamos como organizaciones social, fue un recordatorio y un llamado incesante de proteger a la población civil y generar tranquilidad en los territorios. Aunque esto supone múltiples desafíos, es urgente avanzar en pasos como la reactivación de la mesa de diálogo con el ELN y recordar que la paz es cultura, es un proceso que también pasa por lo educativo y comunicativo, y que nos exige sumarnos desde distintos sectores a acciones de transformación de conflictos, implementando el legado de la Comisión de la Verdad y desarrollando un diálogo social sobre unos mínimos para construir un país donde la reconciliación sea una realidad.